jueves, 12 de noviembre de 2009

" CONSULTA POPULAR "


El PP de Zafra ha impulsado una recogida de firmas a instancias de numerosos requerimientos por parte de ciudadanos preocupados de nuestra ciudad, para solicitar que se someta a CONSULTA POPULAR el cambio de gestión propuesto por el actual gobierno de Zafra.
Las consultas populares bien es cierto que no son muy usuales y en cierto modo problemáticas, ya que su creación proviene generalmente de graves divergencias políticas y posturas enfrentadas sin perspectiva de encuentro, y así se traslada a la ciudadanía la responsabilidad de decidir.
Esta situación evidencia el fracaso de la clase política para alcanzar acuerdos, pero de un modo especial de aquellos quienes tienen la responsabilidad de gobernar y la obligación de hacerlo para todos los ciudadanos de su ciudad, para los hombres y para las mujeres, para los blancos y para los negros, para los que votaron a tal o para los que lo hicieron a cual, me vuelvo a repetir, para TODOS sin distinción, pues de sus aciertos o fracasos nos veremos todos perjudicados o beneficiados.
Las consultas populares son caras y engorrosas en su gestión, pero no por ello han de obviarse como un elemento más de decisión y participación popular. La clase política se jacta de ser portavoz y escuchar más que el contrario a sus ciudadanos, pues bien escuchémosles, escuchemos lo que tienen que decir.
El asunto a discutir no es "baladí" estamos hablando ni más ni menos que de la Feria de Zafra, de nuestra Feria, de la Feria de todos los zafrenses, de los que viven en Zafra y de los que se encuentran fuera de nuestra ciudad, es igual si se está o no, la Feria siempre ha sido emblema y referencia de nuestra ciudad para los que tenemos la fortuna de vivir aquí y motivo de orgullo y nostalgia para los que tuvieron que emigrar y que no lo piensan dos veces a la hora de acudir a la llamada que año tras año por el mes de Octubre su ciudad natal realiza.
La Feria de Zafra siempre ha sido lugar y punto de encuentro para los agricultores, los ganaderos, los comerciantes, los industriales, emigrantes, inmigrantes, familias, vecinos y personas de cualquier condición. ¿Cómo es posible que un acontecimiento de semejante particularidad que siempre tuvo vocación de encuentro, de consenso, de unidad política, social y cultural sea ahora motivo de enfrentamientos y agrias discusiones?

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