Recientemente un grupo de personas ha solicitado en el ayuntamiento la retirada del monolito que se encuentra frente a la plaza de toros, al parecer porque conmemora la entrada de las tropas de Franco en nuestra ciudad, hecho éste y personaje que para la gran mayoría de la población no pasa de ser "historia", en su más amplia extensión de la palabra, con lo cual no quiero decir que no haya personas que vivieran en aquella época y tengan algo o mucho contra aquel "Régimen", pero que en la actualidad no pasa de eso, de "hecho histórico", y con el que unos estarán más a favor y otros en contra, y me consta que para la gran mayoría nos es indiferente, pues no lo hemos padecido ni disfrutado en nuestras carnes.
Con todo el respeto y cariño que todo el mundo merece creo que las piedras son piedras, y los sentimientos de las personas no deben de asociarse a materia alguna. He pasado por delante de este trozo de piedra durante 36 años y jamás me paré a pensar qué o quién puso eso allí, tengo una hija de 10 años y en toda su vida me hizo comentario alguno acerca de este artilugio, pero es más, he pasado con mi padre y con mi madre cientos de veces por delante del aparato y nadie me hizo mención alguna acerca de la instalación de esta cosa; de igual modo me ocurre cuando paseo junto al ancla al lado de correos, o cuando hicieron la rotonda del toro con su obra de arte o lo que sea.
No voy a otro sitio más que a exponer que para la gran mayoría de la población, el mobiliario urbano puede gustar o no, pero generalmente no nos preguntamos qué, quién, o para qué se ponen unas cosas u otras. Y el caso del monolito no es una excepción, sin por ello menospreciar la opinión de quienes consideren éste como algo lesivo a su memoria.
Me es indiferente si se quita o se deja, pero por ese camino el día de mañana otro grupo vendrá y exigirá que se elimine la plaza de toros porque atenta contra la dignidad de los animales, e incita a la violencia, o que desaparezca tal o cual plaza que fue levantada por tal persona que perteneció a tal régimen...
Me es indiferente si se quita o se deja, pero por ese camino el día de mañana otro grupo vendrá y exigirá que se elimine la plaza de toros porque atenta contra la dignidad de los animales, e incita a la violencia, o que desaparezca tal o cual plaza que fue levantada por tal persona que perteneció a tal régimen...
Creo que los hechos pasados son precisamente eso, pasado, y contra eso poco podemos hacer, excepto tomar nota de los errores cometidos para que jamás se puedan volver a producir. No hablo de olvidar, sino todo lo contrario.Y si de reconocimiento se trata, pues nada, en vez de destruír este monolito, hagamos otro al lado, pero ojo, que nadie se piense que al grueso de la ciudadanía nos va a importar un pimiento el motivo por el que se coloque.
No es mi intención ofender a nadie, si con este artículo así se sintiera persona alguna, es simplemente mi opinión, que considero ha de ser tan respetable y respetada como la de cualquier otra persona, incluídas las que piensen que hay que derribar el susodicho artefacto.
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